1. Tribus urbanas
2. Un recorrido por la ciudad basta para reconocerlos…
Pandillas, bandas, o simplemente agrupaciones de jóvenes y
adolescentes, que se visten de modo parecido y llamativo, siguen hábitos
comunes y se hacen visibles, sobre todo, en las grandes ciudades, parecen
determinar la consolidación de las tribus urbanas, un fenómeno que, explican
algunos antropólogos, entre ellos Adriana Alpini en “¿Vuelven las tribus?”,
surge como reacción y compensación ante la fragilidad de la cohesión social.
3. Los unen prácticas similares, lugares de encuentros,
grupos de música, maneras de vestir y peinar.
Algunos critican a la sociedad de consumo, aunque con sólo
verlos es difícil pensar cómo pueden decir no a lo instituido.
Tienen jergas propias y hasta modelos al hablar y caminar.
Se juntan en lugares donde la escenografía urbana los
contiene o pasean sus vestires y valores cerca de una multiplicidad de locales
que muestran piercings, remeras estampadas, colores fuertes, tachas y pins,
sintetizando la fuente siempre joven de sentirse alternativo. Los hay de todas
las formas y colores, pero paradójicamente, en la intención de diferenciarse,
mucho terminan por vestirse todos iguales.
4. “Yo sor re rapero, pero si quiero me pongo un saco y una
corbata, me tiro a una piscina con champagne y sigo siendo igual de rapero”.
Pablo es el cantante de la banda de hip-hop Purple House y asegura ser parte de
uan tribu, la de una cultura musical que nace de cimientos afro-americanos. Y
si bien diferentes, a todos los integrantes de las tribus los unen las ganas de
ser libres y de poder vivir a su manera. Viernes o sábados por la noche, la
mayoría sale a divertirse con amigos, cada uno con su propio estilo.
5. “Cada tribu, movimiento o como quieran llamársele tiene
características particulaes, que las diferencian del resto y que unen a sus
miembros por situaciones, gustos o ideas en común”, sintetizó Mc Fly, cantante
de The Broken Toys, banda rosarina de rockabilly. Este estilo musical surge en
la década de los ’50 en Estados Unidos. Los cantantes de country de sellos
discográficos como Sun Records fusionan el rock’n roll con su música y de este
modo se obtiene un nuevo sonido que se llama rockabilly. Hay en ellos un dejo
festivo que se manifiesta en el swing de los movimientos y en el colorido de
sus ropajes. Allí la urbanidad no es monocromática y adoran los jopos.
Peor hay muchas maneras de vivir la juventud, incontables,
que atienden a la diferenciación social, al género y a la generación, la
tradición cultural, el origen migratorio, la educación propia y la familiar,
entre otras. Cada generación puede ser considerada como parte de una cultura
diferente. Cada una tiene sus propios códigos y se diferencian entre sí por un
contexto social, histórico, tecnológico y cultural.
La juventud hoy es condicionada por una etapa social que
privilegia el narcisismo, el cuerpo para ser mirado, una sexualidad enmarcada
por la cautela ante la amenaza de enfermedades terribles, la masificación del
sexo virtual y los consumos simbólicos del erotismo.
Se utiliza con frecuencia la palabra tribu para designar a
un “grupo autónomo, socia y políticamente, de extensión definida, de
homogeneidad cultural y organización social unificada que habita en un
territorio que le pertenece”. Actualmente, el concepto se ha vuelto a usar,
pero asociado al ámbito urbano, a la ciudad. Así, Michel Maffesoli, desde la
sociología, asegura que estamos frente a un proceso de neotribalización en las
sociedades de masa compuestas mayoritariamente por jóvenes.
Este proceso es una cuestión moderna asociada esencialmente
a los grandes cambios epocales. En estos agrupamientos se pueden encontrar
modos de sentir y de pensar similares, un soporte afectivo que ofrece a los
miembros de éstos grupos seguridad frete al mundo adulto.
6. Estas agrupaciones juveniles del siglo XXI surgen en el
ámbito urbano, un espacio moderno de producción y reconstrucción de
identidades, de construcción de lo simbólico, donde toman forma ciertas
prácticas singulares. Y hasta institucionalizadas como la de los pibes que
concurren diariamente al “galpón biker” sobre el río. Rampas armadas
prolijamente y a fuerza de pulmón son el escenario de su rutina. Comenzaron
hace unos años a practicar este deporte en la Plaza Pringues; de allí pasaron
al galpón donde actualmente funciona la Isla de los Inventos, que fue su lugar
de reunión por mucho tiempo. Luego de que las obras de este espacio les ganaran
el ligar, tuvieron que organizarse como asociación para poder tener su propio
territorio. Hoy funcionan en el galpón vecino, el “galpón biker”
7. Pantalones anchos, remeras grandes, buzos con capucha,
gorras, y zapatillas enormes, no forman a un skater sin su skate ni a un biker
sin su bici.
No tiene un estilo de música particular, cada uno tiene sus
gustos, aunque se inclinan más por el rock internacional, como Linkin Park y
Crazytown.
8. Imágenes de una postal al lado del Paraná, en la misma
costanera central o en cualquier lugar del mundo. Pablo Urbaitel, profesor de
la Universidad Nacional de Rosario, plantea que “con la globalización las
fronteras empiezan a borrarse. En la Antigua Roma, había una muralla: estaban
los de adentro, y los de afuera eran los extranjeros. Hoy, como esas fronteras
no están, lo que se construyen son barreras exteriores y el extranjero es el
que está al lado tuyo y que en lugar de escuchar Los Piojos, por ejemplo,
escucha Babasónicos. Pertenecer a estos espacios tribales, tiene reglas
específicas diferenciadoras, y pautas que hay que cumplir”.
Y se extiende: “En estos tiempos de globalización, el
fenómeno de las tribus tiene que ver con procesos reactivos de la masificación.
Pero por otro lado, también creo que el capitalismo necesita más segmentación
en cuanto al consumo. De la misma forma que hay 70 canales de televisión, y hay
15 segmentos en un diario, puede haber poblaciones segmentadas”. Y aunque pareciera
que estos grupos intentaran vivir en contracorriente a la sociedad actual, para
algunos de ellos no es así. Mc Fly, el cantante de The Broken Toys comenta:
“Vivir al margen de este modelo social es imposible. El mundo, al menos por
ahora, está definido por ciertas reglas de las que es imposible mantenerse al
margen. La mejor manera de vivir es siendo conciente de todo lo que el
capitalismo implica y decidiendo hasta qué punto no”. Las alas se crispan y
zumban: “El cambio puede estar en cada uno, cada uno debe saber hasta dónde
llega y hasta dónde no, pero no se puede vivir al margen de esto. La idea es no
estar atado a ningún estereotipo, es tratar de ser uno mismo y llevar tu vida
lo más apartada posible de las reglas establecidas por la sociedad”. Guillermo
de Zona 84 se monta en las lecturas erróneas de los nuevos asociacionismos.
¿Malestar en la tribu?
9. Disyuntivas, dicotomías, neofascismos que Silvana
Sánchez, antropóloga y profesora de la Facultad de Humanidades y Arte, pone en
duda ya desde la propia utilización del vocablo tribus para denominar a estas
agrupaciones modernas, dadas sus múltiples sobre lecturas y connotaciones.
“El concepto mismo de tribu encierra una carga peyorativa,
porque lo relacionamos a primitivismo, irracionalidad, violencia. Se trasladan
todas estas connotaciones negativas ligadas al llamado mundo primitivo y se
estarían proyectando sobre los estilos, las formas de sociabilidad
características de los jóvenes contemporáneos. Se trata de ver qué imágenes
estamos construyendo como sociedad sobre nuestros jóvenes: los pensamos como
una tribu y en este sentido, el concepto, implica pensarlo desde lo exótico, de
lo otro”.
Al respecto del uso de este concepto, Urbaitel reflexiona:
“No me molesta que se los llame tribus urbanas, creo que es un buena
definición, todas comparten el hecho de ser algo distinto al común denominador
de la gente”.
Según los chicos de Zona 84 utilizar el concepto de tribus
es solamente una forma de describir los distintos subgrupos urbanos y “suena
bien, de alguna manera hay que nombrarlos”. Sin embargo Pablo, de Purple House,
ruge: “Hay que dejar de encasillar las cosas. Alguien escucha hip hop o punk y
los tratan como una tribu, un marciano o algo de otro mundo. Yo no se si es tan
así: somos también humanos”.
Sánchez explica que el concepto “recorrió todos los años 90
y hasta la actualidad, sobre todo en los medios masivos de comunicación que
toman como central a ésta categoría como para dar cuenta de ciertas formas
características de grupalidad de jóvenes, nuevos lazos de sociabilidad, nuevas
formas de estar juntos, que se empiezan que se empiezan a configurar hacia fin
de siglo, o al calor de las transformaciones por las que transita el sistema
capitalista a partir de los años ‘80”.
10. Muy a menudo los medios se encargan de resignificar las
categorías de lo tribal y lo primitivo, atribuyéndole, además de las ya
mencionadas connotaciones negativas, otras discriminantes. Imponen su visión de
las sociedades tribales, la mayoría de las veces ficticia pero convincente,
formando en el espectador una imagen arbitraria de lo que sería la vida de esos
“bárbaros”.
Exactamente lo que quieren otras tribus, las “alternativas”,
que con mucho color, pelos de matices exóticos, normalmente corto, vinchitas,
medias caladas, polleras escocesas, camperitas ajustadas y tachas, piercings y
tatoos, intentan quebrar el discurso homogeneizante de la moda internacional. Y
esa fascinación por Hello Kitty, que utilizan como referente. Tanto para los
chicos como las chicas esta moda se caracteriza por ser alegre, y su lugar de
compra es la galería de chicos modernos: Galería Bond Street en Buenos Aires,
aunque en Rosario el equivalente son los locales de la Galería Calle Angosta,
donde pasan lamayor parte de su tiempo libre.
Lugares de asentamiento de las tribus, donde no faltan sus
íconos y sus matices, y que “son favorecedores de la integración social de los
jóvenes, de la contención social y de la afirmación identitaria” – explica
Sánchez-, “la identidad siempre es relacional y se construye en relación a otro
del que busca diferenciarse”.
11. Artes urbanas.
Los artistas callejeros disputan la atención de los miles de
transeúntes que a diario circulan por las arterias de la ciudad.
Entre fuegos que arrojan por los aires, los más reñidores,
hasta malabares con naranjas, los principiantes.
Entregan un rato de esparcimiento a los automovilistas y
peatones que a menudo los recompensan con una moneda.
12. Los acoge el asfalto, los alimenta el smog, los cega la
publicidad y los moldea la necesidad de expresarse. Conviven y se manifiestan
sin vergüenzas. Los tribalismos o neotribalismos, son postales de la ciudad,
según adhiere Alpini, si se reserva el término “tribalismo” como primera
metamorfosis del material conceptual de la tribu. Emplear este “ismo” para
referirse a ciertas subculturas juveniles habla de la existencia de
características definidas como tribales que es posible rastrear (relaciones
cara a cara, emociones de vida en común, rituales de masas, identificación con
un nombre); pero no de una extrapolación de una tribu a la ciudad. O, dicho con
un lenguaje massmediático, de cazadores en la jungla de asfalto.
Para Planeta
Planeta X no es solamente un sello de grabación, es un
colectivo cultural que organiza eventos a través de la autogestión y la
voluntad de generar otros canales de circulación de la cultura. Es un grupo
horizontal de trabajo cooperativo. En este momento sostienen un espacio en San
Martín y 3 de Febrero, donde realizan eventos como fiestas nocturnas y
recitales. Si bien en el comienzo no eran más que diez los integrantes de este
colectivo cultural, hoy afirman que son más de 30 personas los que lo componen.
Tienen un día y lugar de encuentro, con invitados.
Ezequiel, integrante activo del grupo, cree que su ideología
tiene una identidad bastante flexible, en el sentido de que es un criterio de
pertenencia que de algún modo está abierto a todos. Hay un margen muy amplio de
posiciones, ya que hay intereses muy variados. “Si hay gente que le interesan
ciertas cosas tomará posiciones más específicas sobre esos temas y gente que no
está tan interesada quizá tenga opiniones más generales, más imprecisas. Más
que una idea es una forma, así lo defino yo”, señaló Ezequiel.
“Nos unió la necesidad de encontrar un lugar para hacer las
actividades que nos interesan. No estamos buscando otro lugar para nuestras
acciones, estamos interesados en gestionar un espacio”, aclaró Juani.
Según los chicos de Planeta X, el concepto de tribus urbanas
está muy ligado a la fragmentación social que hay. “En éste momento gran parte
de la juventud se siente identificada con algunas consignas que tienen que ver
con tribus como peden ser las anarko-punk”, apuntó Juani.
“Las máximas que nos unen son la cooperación, la tolerancia,
el amor, la hermandad. Puede ser que seamos una tribu urbana, pero creo que la
idea de tribu, tiene que ver con un agrupamiento de orden cerrado, donde es muy
difícil que el extranjero sea aceptado y en Planeta eso no sucede. Obviamente
se comparten cosas y por eso nos movemos en conjunto pero no hay barreras
fuerte respecto a los demás”, concluyeron los chicos. Según ellos, Planeta X no
es como una tribu musical, en el grupo el rango de género que se escucha es “infinito”.
No hay una estética común, hay de todo. Tal vez la hubo en
otro momento, en un momento ligado a la adolescencia de los integrantes, tenía
que ver tal vez con una manera de identificación, con un estilo de música, una
actitud inclusive política. “Nosotros hemos hecho una lucha, flexibilizando más
los límites, abriéndonos un poco más; gracias a eso el grupo sigue creciendo un
poco en cuanto al número”. Ellos criticaron la decisión de ser una tribu
cerrada, sin embargo aclararon: “No se puede hacer tampoco una apertura total,
ya que uno tiene que tener confianza con las personas con las cuales trabaja,
aunque de alguna manera sea un horizonte”.
Juani y Ezequiel no consideran ser parte de una
contracultura, sino que intentan trabajar en “paralelo”. “Hay una cultura de
izquierda que se identifica mucho por estar permanentemente señalando las
fallas del otro. Como rechazo a ciertas cosas es natural, pero en Planeta X no
hay cabeza de pensar contra”. Intentan ser más “pro-positivos”, lo que según
ellos vuelve más restringida la acción. “Estar contra el capitalismo es una
cosa muy fácil, pero construir algo diferente es una cosa un poco más compleja.
En el momento que uno empieza a construir se hace todo más lento, acotado y
singular”.
Estétika urbana
Las tribus buscan contrastar con las prendas de vestir
legitimadas como correctas o apropiadas. Sin embargo, la vestimenta
característica de estos grupos, que en un principio era la expresión de su
identidad, hoy se convierte en un objeto más de las industrias culturales. La
moda es uno de los símbolos de la Post-modernidad, en donde marcas y
corporaciones compiten por tapar el cuerpo de la humanidad. Si bien aún existen
aquellos que conservan sus principios y valores sin manifestarlo a través de la
ropa, el mercado acaparó las diferentes tendencias para luego masificarlas y
vaciarlas de contenido.
En el intento por diferenciarse del resto la estética de la
mayoría de las tribus cayó en el consumismo alienante. Se creó un merchandising
en torno al atuendo tribal apareciendo de esta manera marcas especificas, -y
sobre todo costosas- de productos y ornamentos que remiten a las bases y
principios de estos grupos.
Para el fanzine Anarkopunk cordobés Nuestra Kauza, “el mundo
de hoy te dice komo te komportarás, komo debés pensar, y sin hablar de la moda,
ke kada año te dice komo tenés ke vestirte. Masas konsumidoras komprando la
misma ropa para estar a la moda –pseudo underground que te venden komo una
modita pasajera-. No somos kulturos de la estereotipación, pero kreemos ke es
necesario primar por una estética kaótika, que muestra ke estamos en kontra de
la kultura aktual”.
Inevitablemente la estética tribal está conectada al
entramado social. Por un lado los diferentes grupos intentan expresar una
actitud contestataria de la realidad contemporánea y por el otro, el mercado
avanza libremente sobre las distintas tendencias convirtiéndolas en clichés.
“La estética Punk como objeto de consumo es un nuevo triunfo
del sistema. De alguna manera, bastante perversa por cierto, consiguen quitarle
el espíritu a todo lo que jaquea al sistema y lo transforman en un nuevo objeto
de consumo, como la imagen del Che Guevara. De más está decir que ver a Beckham
con una cresta me molesta bastante. De cualquier forma un viejo slogan
dice:"El Punk esta dentro de tu cabeza, no sobre ella", comentó
Guillermo de Zona 84.
“Ayer la cresta y los pantalones punk eran motivos de
asombros y shocks en la calle, hoy en día un bolichito de ropa de Pancho Dotto
te venden ropa con insignias, moldes y frases Punk”, dijo Pablo de Purple
House.
Inevitablemente hay ciertos rasgos compartidos por los
cuales cada tribu se puede catalogar como una comunidad, y por lo que los
individuos inmersos en ellas se sienten apegados a sus grupos. “En nuestra
sociedad el color negro tiene una connotación del luto y de la muerte. Nosotros
buscamos la belleza en donde otros encuentran la nostalgia”, señaló Estefanía
sobre la indumentaria del movimiento gótico, que busca diferenciarse de los
demás por no ser una moda sino una forma de ver y sentir la vida. Las tribus
urbanas, a pesar de no ser inmensamente numerosas, representan facetas de la
sociedad, miradas distintas del sentir convencional.
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